miércoles, 9 de febrero de 2011

HISTORIA FERGUERRA


APUNTES SOBRE LA FUNDACIÓN DEL COLEGIO FERNÁNDEZ GUERRA DE SANTANDER CAUCA, CON LA COLABORACIÓN DE LA SEÑORA CILIA VELASCO DE MEDINA
Estaba para terminar el año 1.938, cuando el Señor Julio Fernández Medina, hijo verdaderamente célebre de esta ciudad de Santander, maestro graduado con lucimiento y decidido apóstol de la educación , encontrándose ya cargado de años y de dolencias, quiso dar la última prueba de amor a su tierra natal y a la educación. Esta prueba fue la donación de de una casa, su casa solariega, y el dinero para comprar las dos casas adyacentes  a fi n de fundar allí “un colegio para la educación de la mujer pobre Colombiana” así lo dice la escritura, colegio que se llamará “Julio Fernández Medina, en memoria de mi difunto padre”
El Honorable Concejo Municipal de 1.939 comenzó a hacer las primeras gestiones para llevar a feliz término la voluntad del donante, y  para mejor proceder nombró una junta administradora del legado a la cual  dio perfecta autonomía.
La Asamblea Departamental de 1.940 en su Ordenanza No 2 de 10 de mayo creó oficialmente el Colegio Fernández Guerra. El pensamiento unánime desde un principio fue poner el colegio en manos de una Comunidad Religiosa y se pensó en las Reverendas Madres Franciscanas. Gobernaba entonces la Arquidiócesis de Popayán en calidad de Administrador Apostólico, por muerte del Excelentísimo Señor Maximiliano Crespo, el Ilustrísimo Señor Nereo Piedrahita, y gobernaba esta parroquia en calidad de párroco el Reverendo Padre  Mario Velasco T.
De acuerdo a las dos autoridades y de acuerdo también con las autoridades civiles hicieron las primeras peticiones. Después de muchas dificultades, insistencias y evasivas, al fin se logró la afirmativa de la Reverenda Madre Caridad, Fundadora y Superiora General de las Franciscanas.
Antes de pasar adelante bueno es consignar aquí los nombres de las personas, que fuera de las ya mencionadas, trabajaron activa, entusiasta y desinteresadamente en la fundación del colegio, traída de las Madres Franciscanas , arreglo y construcción del local y dotación de los muebles y utensilios necesarios, tales son: Don José María Lenis, Gobernador del Departamento del Cauca; el Doctor Colatino Prado, miembro del Honorable Concejo Municipal; Don Guillermo Valencia T. , Rector del Instituto Técnico y miembro de la Junta Administradora del legado Fernández Medina; Don Héctor Velasco C. entonces síndico parroquial y miembro de la Junta Administradora del legado Fernández Medina; para ellos piden la justicia y el patriotismo eterna gratitud.
El jueves 30 de enero de 1.941 se despertó la ciudad con un  movimiento y una actividad muy contrarios a su ordinario quietismo y tranquilidad: señores y señoras que se cruzaban, autoridades que mandaban, escolares y colegiales que se ponían de parada, y todo para preparar un recibimiento muy lúcido a las Madres Franciscanas, que debían llegar ese día, a las once de la mañana, según los cálculos más probables, pero como es flaca sobremanera toda humana previsión, he aquí que a las nueve de la mañana  pitó un autobús en la plaza y ahí venían con todo su equipaje las cinco Madres que venían a fundar el colegio. Inmediatamente voló las noticias por los cuatro puntos cardinales y en pocos momentos se vio la casa llena de gentes de toda edad, sexo y condición que allí saciaron su curiosidad de conocer a las nuevas religiosas, les prestaron oportuna ayuda en el descargar y acomodar cajas y maletas, les ofrecieron sus servicios y se sintieron contentas y satisfechas al ver realizados sus deseos.
Ya estaban, pues, las Madres en Santander, pero la inauguración oficial del colegio se demoró hasta el domingo 2 de febrero. Eses día a la una de la tarde, en medio de una gran concurrencia y con toda la solemnidad del caso, bajo palio fue llevado el Santísimo Sacramento de la iglesia parroquial de san Antonio, a la nueva casa la cual quedó confirmada eclesiásticamente con el nombre “Convento de la  Candelaria” en memoria de la fiesta de la iglesia en dicho día. En esta misma fecha se abrieron las matrículas del colegio, pero como estaba muy avanzado el año escolar, se comenzó únicamente con un curso preparatorio, en el cual se matricularon veintidós alumnas.
Fueron fundadoras de esta casa las religiosas siguientes: Madre Virginia, Superiora; madre Stella, profesora de música e idiomas; Madre Teopista, profesora de ciencias y matemáticas; Madre Vicenta, profesora de costura y labores; Madre Bertilda, para manejar el interior de la casa.
En el mes de julio siguiente presentaron las alumnas un examen que dejó pasmados a los calificadores y a todos los concurrentes.
En octubre comenzó a funcionar regularmente el primer año de secundaria con treinta y tres alumnas. Le tocó iniciar este curso a la muy simpática Madre Hildegardis, quien vino como Superiora a reemplazar a la Madre Virginia. Como Directora del colegio vino la Madre Tirsa en reemplazo de la Madre Teopista.
Con los escasos auxilios nacionales y los más escasos de nuestro pobre Departamento la Junta Administradora ha seguido adelantando lentamente la construcción del nuevo edificio, mejorando el antiguo y dotando al colegio del material indispensable. En un principio hubo que lamentar mucho el que la pared de por medio con el colegio y en la puerta contigua al establecimiento estuviera nada menos que el estanco de la ciudad con todos los espectáculos alcohólicos que en tales lugares ofrecen a la vista, al oído y al olfato. Por la gracia de Dios y los reclamos incesantes ese mal vecino fue trasladado a otro barrio y que sus salones pasaron a ensanchar el colegio, y así donde antes dilataban su robusto abdomen las cubas y las pipas y estiraban sus cuellos las botellas tentadoras, hoy se asientan los pupitres llenos de libros y cuadernos y abre sus brazos el crucifijo salvador.
Estando para terminar la cuaresma del año 1.943, el Excelentísimo Señor Arzobispo Juan Manuel González A., recién posesionado de la Arquidiócesis de Popayán, nombró como Capellán del colegio al Padre Arcadio Velasco T., quien dedicó todos sus talentos al mejoramiento espiritual y material del colegio.
NOTA: Estos apuntes carecen de firma responsable, fueron suministrados por la Sra Cilia Velasco a la Fundación Social Ser Quilichao, quien por estilo y el origen de la persona que se lo  obsequió manifiesta ser autoría al parecer del Presbítero Mario Velasco Tello, este documento se obtuvo por la oportuna intervención y colaboración de la Sra Esther Prieto Fernández y digitados por el Magister: LUIS EDUARDO VARGAS ESCUÉ el 9 de septiembre/2011